miércoles, 24 de febrero de 2010

El Eixample y la Gaviota


Cuando Ildefonso Cerdá Suñer diseñó el barrio del Eixample de la Barcelona modernista,
Con sus grades avenidas, y
Sus patios interiores de cada manzana que se convierten en espacios luminosos; no se creería la historia urbana que le voy a contar
La carne congelada que había llevado a mi hija, estaba descongelándose en una mesita de la terraza envuelta en celofán y colocada sobre un plato.
“Cuando volvamos ya estará descongelada y junto con el puré de puerros ya tenemos la comida”

Cuando llegamos a casa después de unas horas de playa,
¿Que rabia tus compañeras de piso te han comido los filetes? Grite a mi hija.
¡No puede ser! Los habrás puesto en otro sitio y no lo recuerdas.
¡Pero mira , el plato está vacío y el papel de celofán desenvuelto ¡
¡Pero quien iba subir hasta esta altura y llevarse la carne!
¿Pero sino han sido tus amigas quién ha sido?

A la mañana siguiente una gaviota con las alas extendidas se posaba sobre la pequeña mesa.

lunes, 15 de febrero de 2010

La alfombra blanca


Un manto blanco cubrió Castilla.
Sus tierras castigadas por años olvidados.
Sus castillos orgullosos y sus murallas salvajes.

Amaneció un día frío, bajo cero, pero con un sol que invita al paseo por la
alfombra blanca.

Alberto, recordó a su amada, pero no en su habitación, ni en ninguna casa rural, tranquila y decorada con esmero y gusto; se la imaginó en Ávila, ahí con la
muralla románica.
Sobre el suelo blanco y húmedo, revolcándose mientras millones de años los contemplaban.
Los cristales del coche se empañaron, con los jadeos.
El sol fue derritiendo la nieve de las torres de la muralla y Marta pensó que estaban llorando de emoción al ver lo que se amaban.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Cartas desde el Desván


Abril 1931

Soy una mujer mayor, y mayor me siento, tengo cuarenta años, llevo veinte trabajando como doncella en casa de la señora Isabel,
(Isabelita que así le llamo).
Ella engaña a su marido con el hombre que cada día que entra en la casa, a mí se me ponen las mariposas en el estomago; y me pongo nerviosa. Él se cree que es porque sé lo suyo con Isabelita, y leo en sus ojos el temor; piensa que se lo voy a contar al marido de Isabel, que a la vez es su mejor amigo.
Pero tengo que aclarar que no es una infidelidad normal, ellos se aman de verdad y cuando digo de verdad es que es en serio y yo me muero de celos .
¡Tiene una forma de mirar!
(A, mi no claro)
¿Quién se va a fijar en mi?, pasada en kilos y llena de arrugas.
Pero casi me muero de tristeza cuando escuché que le destinaban a Madrid.
Acaba de proclamarse la II República y él es militar republicano


Sola, en este rincón de la casa donde nadie escucha mis lágrimas, me refugio entre trastos viejos como yo, sintiendo que me marchito, y ahí en la calle comienza una nueva vida.

PD Estas notas y muchas más me encontré en el desván de la casa que compre para restaurar.

jueves, 4 de febrero de 2010

a REGINA

Sabía que su hija de once años se iba a su país Gurupi (Brasil)

Después de dos intentos de ir y venir de casa de su abuela, quien le cuidaba, a la de su madre que trabaja en España; para poder pagar unos estudios a sus hijos.
El chico es valiente y decidido, pero la niña tiene miedo a la vida.
¡Que tristeza!, ¡Que pena!,
_dijo cuando le abrí la puerta, le preparé un café; pero apenas podía tragar de la angustia.
Mueren por nuestra bandera, cultivan nuestros campos, cuidan de nuestros mayores, llevan al colegio a nuestros hijos.
A sus hijos sólo les ven en los locutorios; eso si sus lágrimas se lo permiten.
Las migraciones han estado presentes en todas las épocas de nuestra Historia.
Son generaciones y generaciones que hemos tenido que vivir adaptándonos a un medio distinto para poder sobrevivir.
Nos enriquecemos con la pobreza de los demás-