viernes, 12 de marzo de 2010

Al maestro Miguel Delibes


Representación de la ruta del hereje en la calles de Valladolid por el grupo de teatro el Azar











Una mujer gruesa comía buñuelos tranquilamente junto a Minervina. El padre Tablares, consciente de su fracaso, descendió lentamente la escalerilla, vio a Minervina sollozando junto al verdugo y a éste mirándole a él atentamente. Entonces hizo la seña, un leve ademán con la mano derecha señalando la carga de leña, sobre el barrujo. El verdugo arrimó la tea a la incendaja y el fuego floreció de pronto como una amapola, despabiló, humeó, rodeó a Cipriano rugiendo, lo desbordó. La multitud prorrumpió en gritos de júbilo cuando se produjo la deflagración y enormes llamas envolvieron al reo.

En la villa de Valladolid, a veintiocho días del mes de mayo de mil quinientos cincuenta y nueve, estando los señores inquisidores don Teodoro Romo
…....


El hereje Miguel Delibes

El milagro de su prosa, su nitidez y belleza, y el don prodigioso de hablar del hombre y su entorno,me hizo amar su literatura.



Adiós al maestro Miguel Delibes

martes, 9 de marzo de 2010

Hoy he soñado en otro mundo


Sentados uno enfrente del otro; separados por un teclado y una pantalla. Mundos diferentes, mundos reales, vidas virtuales.
No nos vemos, pero ! nos sentimos tan cerca!
Respetamos el espacio del otro. Porque detrás de cada blog, existen personas llenas de vida.
Deseo celebrar mi cumpleaños con todos vosotros. Hagamos un espacio para la amistad.

Trae tú mejor sonrisa, tú creatividad, tú imaginación, no te olvides de venir con tú mejor amigo.

Porque tenemos muchas cosas que celebrar

viernes, 5 de marzo de 2010

RIO DUERO


ROMANCE DEL DUERO
Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja; nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde, la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata, moliendo con tus romances las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra y los álamos de magia pasas llevando en tus ondas palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú, a la vez quieto y en marcha, cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero, nadie a estar contigo baja, ya nadie quiere atender tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados que preguntan por sus almas y siembran en tus espumas palabras de amor, palabras.

Gerardo Diego, 1922
Soria (1922-1941)

miércoles, 3 de marzo de 2010

LLanto en el desván

Todas las noches oigo llantos, quejidos, sollozos, los distingo con claridad, son de una niña; les escucho desde el día que me encontré el vestido de primera comunión amarillento junto a una flores secas y unas notas en los cuadernos de caligrafía rubio; guardados en el baúl del desván.

Virgencita te ofrezco estas flores”,
¡Yo no quiero!,
¡papá,me haces daño!

PD. Esta casa que sigo restaurando, me está ofreciendo muchas historias.