sábado, 19 de septiembre de 2009

Canto a mi Padre



Con el sonido de las primeras coplas, me reencontré con parte de mi niñez.
El aroma del teatro majestuoso, con su patio de butacas y su paraíso o gallinero se mezclaba con los aromas del corral o patio, llenos de animales: Patos muy sucios. Pavos orgullosos. Gallinas, conejos, y mi padre cantando
“Vino amargo”
Vino amargo, que no da alegría,y aunque me emborrache no la pueo olvidar,porque la recuerdo, dame vino amargoque amargo, que amarguepa quererla más

Entre tuercas, tornillos y maderas.

¡Y ahora tu Miguel Poveda!
Con esa voz que le llega a él a través de mis sentidos.
Me sentí hechizada por su voz y con ella los recuerdos a un patio de Castilla rural de los años sesenta.
No había mucha música que escuchar.
Pero esa, sencilla mente la cantaba mi Padre y eso es lo que importa.
En aquellos años era Rafael Farina hombre de Castilla, hoy eres tú Catalán universal el que me hace sentir. Miguel Poveda
Gran espectáculo.
Limpie mis lágrimas antes de aplaudir con dulzura pero con firmeza.

3 comentarios:

Josep Julián dijo...

Si te gusta Miguel Poveda seguro que tendremos más cosas en común. Gracias por tu visita.

Camy dijo...

Me confieso "muy despistada" en esto. conozco de nombre a Miguel Poveda y ahora, por tu entrada, dulce y llena de recuerdos de niñez, voy a buscar algo de él, de Poveda.
Un beso

Raúl dijo...

Quién le iba a decir a Poveda que llegaría a ser tan grande cuando de adolescente proytegonizó "la teta y la luna". ¿Verdad?