martes, 19 de mayo de 2009

CARMEN DEL CAMPILLO


En la Vega Baja. Alicante
Un Oasis inesperado, un río en medio del desierto .

De la playa a un lugar que evoca los lejanos países orientales.

Una delicia para los sentidos


Un lugar casi imposible de ser soñado, el aroma te lleva a la España Musulmana

Cuando te bajas, del coche es como si te quitaras una venda de los ojos y se abren las compuertas de la melancolía. El olfato te avisa de los perfumes a vegetación y el oído se va haciendo a la música oriental que te va transportando a la vida en una casa Morisca

En cada paso que das por el lugar te sientes como desangrándote por tanta belleza. El jardín se levanta ante nuestro asombro.

Es como si en otra vida hubieras paseado por esos rincones, te vienen recuerdos ya vividos.
¿Quien sabe sin todos tenemos sangre Morisca?

Te das cuenta que se han invertido muchos años en la construcción de la casa, una casa de labranza, del estilo de arquitectura de casa Morisca. Con distintos niveles que separan las estancias.

La primera vez que la visité el dueño, de la casa, un hombre vestido a la usanza musulmana, me explicó el trabajo y los años que habían invertido para la construcción de la casa y su jardín.
Poco a poco todo lo que ves se une a tu alma. Los paseos adornados con vasijas, los farolillos, las velas que por la noche dan una mágica luminosidad. El murmullo del agua de las fuentes

Saboreando los distintos variedad de té y su rica repostería, dependiendo la época del año, en invierno dentro de la casa al calor de una estufa, en verano, tumbada en el suelo sobre unas alfombras rodeadas de todos lo perfumes y de algún gatito que te ronronea.

Con luna llena, con noche estrellada; las estrellas en ese entorno es como si cayeran sobre ti para arroparte y alejarte del mundo, es como si se pararan todas las guerras todas las miserias del hombre.

Un lugar donde piensas en todos los que te aman, Un lugar que sueñas con los que quieres.
Existen lugares y momentos que sacan de ti las mejores emociones, uno de ellos es este jardín, esta casa.
Por eso es difícil describirla, porque es especial para cada persona, mientras paseas y el olor de todos los aromas te invade, vuelven a tu memoria historias que nunca olvidas, a esas personas que existen porque tú las piensas.
Algo mágico ves en ese lugar.

No he querido poner fotos, solo que a través de mi mirada, tu imaginación vuele y quieras conocer el lugar.





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