Cuando Ildefonso Cerdá Suñer diseñó el barrio del Eixample de la Barcelona modernista,
Con sus grades avenidas, y
Sus patios interiores de cada manzana que se convierten en espacios luminosos; no se creería la historia urbana que le voy a contar
La carne congelada que había llevado a mi hija, estaba descongelándose en una mesita de la terraza envuelta en celofán y colocada sobre un plato.
“Cuando volvamos ya estará descongelada y junto con el puré de puerros ya tenemos la comida”
Cuando llegamos a casa después de unas horas de playa,
¿Que rabia tus compañeras de piso te han comido los filetes? Grite a mi hija.
¡No puede ser! Los habrás puesto en otro sitio y no lo recuerdas.
¡Pero mira , el plato está vacío y el papel de celofán desenvuelto ¡
¡Pero quien iba subir hasta esta altura y llevarse la carne!
¿Pero sino han sido tus amigas quién ha sido?
A la mañana siguiente una gaviota con las alas extendidas se posaba sobre la pequeña mesa.
16 comentarios:
Oye que las gaviotas también quieren disfrutar del Eixample y de la carne...
Barcelona se ha llenado de gaviotas, cada vez se adentran más en la ciudad y también de ¿cotorras? ( me parece que se llaman así) se escaparon hace años unas del zoo y han procreado en plan salvaje; cualquier tarde pasea por la diagonal y a la altura de Tuset el griterío de ellas, de las cotorras, encima de las palmeras es increíble.
¿Estás en Barcelona, ahora?
Un beso
Basado en hechos reales, la gaviota desenvolvió con sumo cuidado el paquete y los días siguientes volvió al mismo lugar.
No es nada extraño que se encuentren gaviotas en un puerto de mar..¿qué hacen aquí, a 100 km de la playa?
Intentaré domesticarlas para que se vayan para Barcelona, donde al parecer las tratan de maravilla!
jajajajaj, si es que no se puede fiar ni de las gaviotas...
besicos
A mí en Madrid, de pequeño, me pasó que estaba una noche de verano en casa viendo la tele cuando de pronto se metió por la ventana un murciélago y se colgó de la lampara de la habitación y toda mi familia salimos pitando de la casa y nadie se atrevia a espantar a aquel bicho hasta que mi padre, haciéndose el valiente, fue y con el palo de una escoba le dio en un costado y entonces el murciélago desplegó las alas y mi padre tiró el palo y salimos corriendo todos otra vez...
No tiene mucho que ver con esto, pero es que me da envidia que en Barcelona anden las gaviotas por los tejados de las casas.
Menudo festín se dio el pajarraco.
Me gusto mucho!
Espero que lo que hayas leido en mi blog te haya gustado (refiriendome a la musica)
Saludos!
Jajaja, ay la gaviota que se dio el festín con la carne en ese precioso barrio modernista del Eixample... Si Antoni Gaudí, Doménech i Montaner o Puig i Cadafal levantaran la cabeza...jajaja. Un besito y muy feliz finde, que está en puertas, querida África.
Hola África!! jajaja vaya vaya con tu amiga la gaviota...!! La verdad es que no recuerdo que me haya pasado nada así... Debe de ser gracioso, o cuanto menos, curioso... Un saludo!!
¡Qué bonito es el Eixample!
¡El que no corre vuela!...se ha de descongelar dentro del frigo en la parte de abajo.
Muy buena, mini historia.
Un abrazo muy sereno
Naia
JaJa.estuve no hace mucho por el Eixample y me encantó.
A mi pasó algo así con mi perra y un paquete de jamón.Creí que me lo había dejado en el super(ella no dejó ni el papel)
besos
Las gaviotas se lo comen todo, al menos esta tenía buen gusto.
Un abrazo
La gaviota como todos loa animales, saben más de nosotros que nosotros de ellos; y aparte que el criminal vuelve siempre al lugar del crimen, sabe que al lado de los humanos siempre se "pilla" algo.
Un abrazo
Oh, alla tienen gaviotas en la ciudad, chevere. Aqui solo hay ratas voladoras.
Quiza pueda diseñar algo para las gaviotas, aunque igual, disfrutaran los humanos tambien.
Hare Krishna.
Yo sí me la creo. No te digo más que en una ocasión que dejé una ventana abierta de casa un desconocido gato se zampó un par de croquetas que tenía preparadas para poner en la sartén.
Y lo ví salir por la ventana despúes de yo volver del baño.
Ya ves.
Un abrazo.
Bueno, también estas fantásticas criaturas tienen derecho a buscarse la vida, ¿No?.
Lo has contado muy bien.
Un abrazo.
John W.
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