Representación de la ruta del hereje en la calles de Valladolid por el grupo de teatro el Azar
Una mujer gruesa comía buñuelos tranquilamente junto a Minervina. El padre Tablares, consciente de su fracaso, descendió lentamente la escalerilla, vio a Minervina sollozando junto al verdugo y a éste mirándole a él atentamente. Entonces hizo la seña, un leve ademán con la mano derecha señalando la carga de leña, sobre el barrujo. El verdugo arrimó la tea a la incendaja y el fuego floreció de pronto como una amapola, despabiló, humeó, rodeó a Cipriano rugiendo, lo desbordó. La multitud prorrumpió en gritos de júbilo cuando se produjo la deflagración y enormes llamas envolvieron al reo.
En la villa de Valladolid, a veintiocho días del mes de mayo de mil quinientos cincuenta y nueve, estando los señores inquisidores don Teodoro Romo…....
El hereje Miguel Delibes
El milagro de su prosa, su nitidez y belleza, y el don prodigioso de hablar del hombre y su entorno,me hizo amar su literatura.
El milagro de su prosa, su nitidez y belleza, y el don prodigioso de hablar del hombre y su entorno,me hizo amar su literatura.
Adiós al maestro Miguel Delibes